SOMOS MUY MUCHO

Texto y foto: Alberto Álvarez

Españoles. Muy mucho. El tipo que aparcaba su eléctrico y se congratulaba por no pagar aparcamiento, me decía que después de 25 años en Noruega, no se acostumbra ni a su felicidad de mierda, ni a sus inviernos de mierda, ni a su comida de mierda. Eso si, sus 14 pagas que triplican mensualmente a las de su Grecia natal, las abraza como a cachorro con lazo que sale de una caja en navidad. A mi me gusta. Le decía yo. La sociedad es más equilibrada, los políticos roban menos y te pagan las horas que trabajas sin que el convenio del metal figure por defecto en tu contrato laboral. Pero al español le gusta España, aunque a mí ahora me guste menos. O quizá no es que me guste menos, es que la epigenética de mis raíces ha ido modificando mi interior a lo largo de los años y ya no necesita de la grasa de los guisos de la abuela. Las tapas de los bares no me sientan bien, no soporto a la gente fumando y me estresan los gritos que se supone que son diálogos. Pero insisto, al español le gusta España. Incluido a mi.

La última visita que he tenido finalizaba todas las frases con un ‘aquí yo no podría vivir’. Frase que se ha repetido en la veintena de visitas de familia y amigos españoles en los últimos años. Que bonitos los fiordos, que educadita la gente y que cara la cerveza, terminaban con un ‘pero aquí yo no podría vivir’. La segunda parte del pero continuaba con un ‘por mucho que me pagaran’.

Al español, le da igual el puesto en el que España figure en el ranking de los países más felices. En España somos de muy mucho todo, aunque por detrás nos pateen el culo o nos roben la cartera. Efectos colaterales del poder disfrutar de las cervecitas después del trabajo, el pincho de tortilla y las terrazas hasta las 12 de la noche. ¿Y el salario? Otro efecto colateral que se suple con las horas de sol y la calidad de la comida. Eso y que cuando vemos a un amigo lo abrazamos y lo besamos con más contacto del que tiene una pareja noruega en su noche de bodas.

¿Pero, somos muy mucho porque tenemos o porque queremos serlo? Quizá tenemos que serlo para demostrar con nuestra positividad que tenemos los cojones muy grandes para aguantar en una sociedad tan desequilibrada. O quizá queremos serlo para demostrarnos a nosotros mismos que a pesar de que flaqueemos en muchas áreas en comparación a muchos de los países europeos, somos españoles y estamos orgullosos de ello. Como cantaba James Brown: “Say it loud, I’m black and I’m proud”. O como decía mi abuelo ‘jodidos, pero contentos’.